En esta noche de sombras, el nocturno del sufrimiento llego, llego con el aroma de un perfume, perfume que derrama su majestuosidad sobre mis temores, ahora soy mudo de tu sepulcro, soy sordo de tus cantos, soy el abismo de la insertidumbre, de la luna que te ilumina con lujubre piedad en esta noche de agonia, me asomo por la ventana del pasado, veo murmullos de tierras tristes, veo la voluntad de un cuchillo sin misericordia, y se siente el remordimiento, de tu fria ausencia, ausencia que es la sorpresa, de un tormento, el cual nacio por, un placer desesperado.
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